El biogás se hace hueco en la carrera de la descarbonización

Los gases renovables, como el hidrógeno verde y el biogás/biometano, están dando mucho que hablar como posibles soluciones a tener en cuenta en un futuro neutro en carbono. El pasado mes de julio, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sacaba a información pública la propuesta de Hoja de Ruta del Biogás, que reúne 43 líneas de actuación con un objetivo: casi cuadruplicar la producción sostenible de este gas de origen renovable para el año 2030.

Según los planes del Ejecutivo, este plan pretende estimular el aprovechamiento del biogás para la producción de electricidad y calor útil –sobre todo para la industria–, y su transformación en biometano para utilizarlo como combustible para el transporte pesado, entre otras aplicaciones. Con el cumplimiento de este objetivo a 2030, se prevé evitar la emisión a la atmósfera de aproximadamente 2,1 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año.

El biometano se obtiene tras el proceso de limpieza al que se somete el biogás mediante la digestión anaerobia –sin oxígeno– de los residuos de tipo orgánico. El aprovechamiento energético de los residuos que conlleva la generación de biogás tiene beneficios más allá de la obtención de una energía de origen renovable. Permite la valorización energética de los residuos y fomenta una economía circular de toda la cadena de valor del residuo.

Proyectos

Enagás es una de las compañías españolas que promueve, en colaboración con más de veinte socios, múltiples iniciativas y proyectos de biogás/biometano en todo el país. En concreto, ha presentado 21 proyectos a las diferentes convocatorias lanzadas por el Gobierno de España, que pueden suponer una inversión conjunta de en torno a 300 millones de euros durante el periodo 2022-2050, con una capacidad de producción total superior a los 2TWh/año.

Para Antonio Llardén, presidente de Enagás, «incrementar la penetración del biometano en la red supondrá reducir la huella de carbono del gas natural y hacerlo cada vez más verde, al mezclarlo con un gas con las mismas características y ventajas y, además, 100% renovable, utilizando y aprovechando las infraestructuras gasistas ya existentes. Es decir, descarbonizar con la mayor eficiencia, tal y como pide la Comisión Europea». La transformación en biometano y su inyección en los gasoductos de alta presión es uno de los destinos del biogás que define la Hoja de Ruta. La planta de Valdemingómez (Madrid) fue el primer ejemplo en España, resultado de una iniciativa pública.

Entre otros proyectos, la compañía está inmersa en el proyecto ‘Unue’, en Burgos, dirigido a transformar biogás en biometano para la posterior inyección de este gas renovable en la red de gasoductos del sistema gasista español.

Enagás también trabaja en una nueva solución tecnológica modular, Green Link, que permite que la red de gasoductos de alta presión esté técnicamente preparada para asumir que estas peticiones de inyección a la red aumenten exponencialmente, ya sean de biometano o de otros gases renovables.